EL TAO EN EL ARTE
1era Parte
“Hay algo
misterioso y oculto, que fue antes que el Cielo y la Tierra.
Es inmutable e
inaprensible.
Es la unidad y el
vacío.
Recorre un círculo
eternamente y es inagotable, por lo que se le puede llamar la madre de todas
las cosas,
Yo no sé su nombre,
pero hago un esfuerzo y le llamo TAO.”
(Tao te King, IV).
De esta manera
Lao-Tze nos intenta introducir en las raíces mismas de las cuales los primeros
videntes, chamanes, han hecho el enfoque principal hacia el cual dirigir en sus
trances meditativos su percepción y su consciencia.
Más allá de los
conceptos sobre los que luego se fundó esta filosofía, la idea que se transmite
de maestros a discípulos, es que todos formamos parte de una unidad, como gotas
de un mismo océano y el misterio del universo y su origen se refleja en nuestro
interior.
Cuando la unidad,
(lo inmanifiesto, el origen), se manifiesta en el universo material surgen las
dos fuerzas primordiales, el yin y el yang, que son los dos polos que generan
toda actividad energética, movimiento, y es conocer la alternancia de estas
fuerzas, lo cual se conoce como “Tai Chi”, la clave para encontrar el camino de
la armonía.
Como bien es
sabido, por quienes han tenido un acercamiento a esta filosofía, estas dos
fuerzas no son estáticas sino que se complementan y equilibran mutuamente.
A continuación
vemos algunos ejemplos de esta interrelación:
YIN YANG
Tierra Cielo
Luna Sol
Oscuridad
Luminosidad
Mujer Hombre
Pasivo Activo
Materia Energía
Relajación Tensión
Noche Día
A partir de estas
dos fuerzas se engendran los tres tesoros, que son la energía del Cielo, de la
Tierra y de la Humanidad, y que en el plano humano se identifican cómo Esencia,
Vitalidad y Espíritu, a partir de los cuales surgirán los Cinco Elementos...