El Tao en el Arte.
3era Parte
Después
de haber hecho un breve repaso de estos conceptos fundamentales, podemos
abordar de una forma más comprensible, el posible enfoque iniciático que a
través de los Maestros de la tradición, podemos darle a los distintos Artes y
disciplinas que emanan de la misma.
“...Cuando te hallas en calma, estable y
esmerado en la atención, el designio celestial es siempre claro, la conciencia
abierta no se ha oscurecido; entonces adquieres autonomía en la acción y puedes
abordar todo lo que surja...” (Li DaoQun, siglo XIII)
Li
DaoQun, que fue un maestro de la escuela de la “Realidad Completa”, en su libro
“El equilibrio y la armonía.” nos sugiere una observación de las emociones y
aclara que cuando aún no han surgido las emociones uno se encuentra en
equilibrio, pero cuando emergen, si están en proporción, a eso se le llama
armonía. Hay que poner atención antes de que ocurran y saber controlarlas
cuando están ocurriendo.
El equilibrio, la armonía ocurre cuando la
sensibilidad está afinada para responder bien a los cambios...Cuando el hombre
consigue apagar la “mente errante” y mantener activa la “mente brillante” se
encuentra la armonía.
Los
seres humanos se encuentran entre las energías celestes y las terrestres,
fluyendo y evolucionando espontáneamente. Todo es alternancia de movimiento y
quietud; la quietud es la base del movimiento, el movimiento lo potencial de la
quietud, cuando ambos se mantienen como deben el camino se encuentra iluminado.
“...Cuando
uno responde a las cosas después de haberse corregido a sí mismo, las cosas también
se vuelven correctas.”
”...Cuando
la mente está clara y liberada de preocupaciones es posible entender el
designio de la realidad; cuando los pensamientos han llegado a su fin y los
sentimientos quedan olvidados, es posible entender la esencia de la realidad.
Cuando el egoísmo y el deseo desaparecen es posible llegar al Tao; cuando uno
es sencillo y simple, puro e íntegro es posible conocer lo celestial. “
Así
expresaba Li DaoQun su visión del Tao.
¿De
qué forma podemos, hoy en día, vivenciar esa experiencia, y transmitirla a
través del Arte como una vía de autoconocimiento?
“El
Tao que puede expresarse no es el Tao eterno.
El
Tao que puede nombrarse no es el Tao eterno…” (Tao te King, I)